Duermevela

Soñé que los sueños no eran verdad

.

Este corazón desarropado

sin cuerpo qué ponerse

flota en las calles de los sueños

que jamás se caminan de regreso

Esos ojos rodando entre la sangre

Esos ojos que miran lo de adentro

Esos ojos de tuétano

Esos ojos que nos hemos tragado

hasta el fondo de lo agrio

 .

Hay cocinas muertas, fogones polvorientos

Y el corazón se cree gallina perseguida sobre las cenizas

 .

El sueño abruma con su país anónimo

aparecen familiares, amigos, novias y conflictos

 .

que no son de uno pero que reconoces como tuyos

la abuela inventa una luna de harina

en rezar amoroso y tú espantado

sin saber quién es ella

volteas porque te dan una palmada

y eres el hombre que te está palmeando

y acaba de llegar

 .

No te puedes quejar de los sueños

Nadie puede consolarte por un sueño

Los sueños no son legales ni ilegales

Los sueños son tuyos pero nunca podrás retenerlos

Su jaula eres tú

Su pájaro eres tú

Alma buscando espíritu en un paladar de olvidos

 .

Los sueños giran sin destino en el carrusel de la mente

La boca intenta pronunciarlos y describirlos

El corazón aspira predios de palpitación

en la calle imaginada

Donde el sol no deslumbra

porque los sueños no tienen mediodía

El sueño todo es un pecho sin cuerpo

 .

un corazón baldío

pero sentir es inevitable

dormidos o despiertos hay que someterse a los embates

de lo que parezca suceder

Todo está dicho sin que se conozca el por qué

Todo está ciego sin que la luz lo sepa

.


Dos

Tiene que haber un sueño de otra gente

Donde vives prestado

Como el jirón de un trapo en una llama

Aunque busques rincón en las sombras de la lechuza

permanecer dormido es más costoso que resucitar

inmóvil como laja que se ensucia esperando

El hombre que se vuelve piedra sabe a charco

De sangre mariposeada

En una misma noche somos pared hendida de alacranes

Y cuerpo recostado

El sueño es una fe sin osamenta

Y la piel es una luz por apagarse

 .

 Tres

Los peces muertos hace siglos y los dinosaurios diluidos

Deberían formar una montaña

Y los mares antiguos deberían haber colocado cementerios de sirenas

En una montaña

las flores montañeras

son canciones mudas

por cada sirena hay una flor

una montaña no es una montaña

si todas las fuerzas

Que se han ido

No han dejado sus besos en el barro

 .

El amor debería ser una montaña

Cundida de árboles cuyas raíces agarren las piedras

Como si fueran a tirarlas

Y que cada piedra esté cubierta de semillas

Y que de cada semilla crezca una montaña

 .

Llena de árboles entusiasmados

y que cada árbol

Contenga un nido

Donde cada pájaro

lleve en sus garras diminutas

Un cielo

Y que cada uno de esos cielos

Se exprima en lluvias desesperadas

Y que cada gota que caiga

Alimente esta montaña dolorosa

Que cargo para arriba y para abajo

Porque soy en los sueños la raíz más trémula que he visto

.

Cuatro

Los sueños que no se olvidan

Parecían mejores

Las ilusiones maduraban bajitas

Y uno se desplazaba eufórico en un campo

Donde nada es terrible

Las personas de los sueños que no se olvidan

Eran singulares y jamás vistas

Uno podía caminar sin brújula

Y sin escalofríos en la espalda

Yo no pertenecía a sus recuerdos

y también resultaba original

porque todos estábamos soñándonos

 .

El pueblo que se sueña no interviene

quizás uno es un ángel para su entendimiento

a lo mejor uno es tan invisible

y tan difunto

que ellos no saludan ni conversan

porque están rezando

 .

porque están suplicando

para que la tormenta de arena de los sueños

no sople más sus calles.

.

Cinco

Al despertarme vuelvo a ser

El de la taza de café

El que necesita saber la hora

No sé quién era

la persona que me amaba tanto

En el sueño que viví

de siglo condensado

Su rostro se me escapa como en un desangrar

Y aquella persona que quería asesinarme

¿quién era? No debería olvidar tampoco

al asesino.

 .

Seis

Esta es una era devastadora

De inmediatez endémica

La ignorancia y el crimen

Son los postres de una última cena

Púrgate de ilusiones

Si vas a seguir tragando publicidad

Esta época es una improvisada letanía

Una degeneración de epopeyas y de heroismos

Un bagazo verbal

Un desamor interpretando goces

Quién pudiera ver un alma frente a frente

yo la vería hasta oler su aliento

Y no esperaría ningún alivio

Ningún milagro para estas manos alegóricas que viven

Agarrando la orilla de la carne

Yo creo que estoy equivocado

Yo creo que soy culpable hasta las uñas

Pero si hay almas in pectore

Doncellas encerradas en el castillo de la calavera

Me gustaría ver una

 .

Vibrando en su candela

Persistiendo en su estima

Apagada y serena

Ligera y dulce

Brusca y eterna

Verla en su asunto

Sentirla comportándose

Como lo hacen las almas

Quisiera ver una para preguntarle

Cuántos cuerpos ha usado y qué del mío

 .

Siete

Sueño el barro y la arena

Y acezante el pecho porque construyo

Una casa en el medio de un continente íntimo

Yo soy el paisaje y el agua

La luz y el hombre

El cansancio y la pasión

Yo pongo todo para que el sueño cunda

Y también me sé la desmemoria

.

Tuve un sueño demasiado claro

Como un plan de mi mente

Pero sé que fue un sueño

Porque no lo recuerdo

A veces veo un trozo

De ese sueño tan viejo

Y trato de retenerlo unos segundos

Pero la noche lo disuelve

Con gemidos

 .

Labios entreabiertos

Ojos suplicantes bajo las cejas femeninas

Y es como un sufrimiento que nadie calma

Y te mira con extrañeza y pasión

Como todo el que pide amor

 .

Es tan subyugante, arde en un fuego tan íntimo y dulzón

Es la mujer de los sueños, la que está ahí para que la amen

Alguien se quedó soñándola desde el pasado

Su presencia huele a aceite de nardos como si la hubiera salvado Jesús

Y si es ella quien está soñando

Entonces todos somos inventados

 .

Diez

A partir de mirarlo es que lo vi

prendido en fe palúdica el Bautista

hediondo a náufrago

un ángel agitaba el agua

Y Jesús deambulaba por la playa

Con la sombra adelante

Anunciando misterios en la arena

«Es el Cordero de Dios» dijo Juan

y desperté caído en el sofá

donde he soñado con placeres

que tengo mil viñedos

que navego el Caribe

y no me había asombrado tanto en esta sala

hasta que entendí a Juan diciendo

«Es el Cordero de Dios»

Dios escogió a su hijo para sacrificarlo

La gente acuchillaba palomas, cabras,

gallos y promesas en vano

y Dios dijo que su hijo era un cordero

para que la humanidad lo matara

y descubriera el modus operandi del amor

era un hombre obligado

a restituir la mansedumbre

era un cordero magnífico

caminando hacia su muerte

el cordero sangra en sueños y en la vida real

empapando hasta el ala de una polilla

sueño que sostengo una mano suya y la clavo

oigo el chasquido del dolor

ojalá que suene el teléfono

y me saque

de este remordimiento ciudadano

quiero pedirle perdón

desde la vida real

al cordero intercostal izquierdo que me agobia

.

Once

Habrá que decidir la vida de una vez

Habrá que beber el agua de la fuente verdadera

Ha pasado tanto tiempo

Pero yo no hice las pirámides

no inventé las escrituras

ni he buscado la eterna juventud

Aunque lo presienta no he visto un ángel

Hubo algunos segundos en que supe

Cómo ha creado Dios todas las cosas

El diamante, los egos, la uva, el mendigo

La barbarie molesta

La inteligencia alucinante

Ardo en busca de una óptica

despierto no me hallo

dormido no acierto

Se puede prescindir de esta turbia sensibilidad

Pero no es posible olvidar al Cordero de Dios

Esa sangre me aturde

Esa sangre me escarba lo arbolario

Esa sangre que manchó el cosmos

 .

Esa sangre tan poquita y tanta

Paso al lado del televisor y los vellos del brazo se levantan

¡levántate vello!

¿qué vamos a hacer con ese compromiso?

Ahora no se si estoy despierto pero sufro

 .

Doce

Quién pudiera comenzar de nuevo

Desde el nacimiento

Como un ignorante cargado de semen

Para repartírselo

A las tunas

para que se lo traguen las hormigas

para que las mujeres lloren por uno

cada vez que lo miren en el hueso

Las tunas de mi pueblo

Nacen en tierra roja y agrietada

Cerca de los cujíes espinosos

Todo envuelve en espinas su ternura

Una paloma anida en el mogote

Sus huevos diminutos son mirados

Con ardor por la aguda lagartija

Yo no me voy a ir de esta sequedad dice la sed

Los ojos brujos en el espejismo

Esperan autobús en el añil

 .

Y un manchón de asno solo

Cruza lejano

Cargando soledad

Que es todo el peso

del mundo

por encima

 .

Soñé con tunas

Brotando en tierra roja

Soñé que me espinaba las pupilas

Estaba llegando a la ciudad

El autobús marchó sin altibajos

La parada final me despertó

Y el hervidero de neón hizo el papel

de que la ciudad me recibía

Y en ese entonces me quedé atrapado

Entre el sueño y la vida

Y juraba que jamás había huido

de esta casa tan húmeda de ayeres

con su techo de tejas aplastando

el perverso zaguán

Apenas salgo a la ventana y veo el empedrado

Y nadie me saluda

Y ni siquiera sé por qué sufro esa imagen

.

De la mujer soñada

Cuyos ojos suplican, cuyos labios murmuran

grito mañana y tarde para que aparezca el río Jordán

Y no veo los pozos de Jerusalén

Llamo a Natanael por la ventana

y los seres que pasan no se inmutan

estoy como castigado en una lejanía

petrificado en un paisaje tremuloso

¿soy hombre o soy mujer? Porque mi voz se escucha

entre el aire que deja el gavilán primito

y la tierra que cruje bajo el chivo muriendo

ojalá que suene algún reloj

y alguien abra los ojos.

 .

Trece

Corría despavorido

Por los callejones

en un pueblo sin asfalto y sin cemento

de pura tierra el pueblo

ventorrillos y humo

respiraba y huía

Me perseguía con su cuchillo al aire

Un hombre de implacable furia

Era imposible que su brazo errara

Moví las piernas como nunca

Y atravesé un gentío

Indiferente y hosco

Vi una casa adornada con banderas

Y globos de festejo

Entré buscando asilo

Una muchacha disfrazada me guió por los solares

Me llevó a las afueras

Y me dejó en la acera de un abasto

Donde se aglomeraban mis amigos

Entre el hablar y el beber

«te diste tu postín… pero has llegado»

me dijeron con cariz alegre

como si yo supiera que tenían esa junta

me dediqué a mirarlos al desgaire

con ganas de marcharme

y sin hallar el modo de explicarles

que habían muerto hacía tiempo

que no podían beber cerveza en una esquina

 .

Catorce

Supe que estaba soñando

Cuando entré en ese templo

Que se destruye y reconstruye

En apenas tres días

Una virgen llorando sangre

Una penumbra fresca

Un altar mayor insoportablemente recargado de oro

Los bancos vacíos

El ligero perfume de la madera herida de termitas

Todo era soñación

Porque repasé la breve historia personal

Las palabras acumuladas

Las frases preferidas

Los errores y el placer vividos

Exprimiría una naranja en mi boca

Perseguiría un arroyo transparente

Dormiría bajo la sombra de un samán

Aceptaría sin desprecio el alivio

De los que acuden a un velorio

Persistiría en el estremecimiento inexplicable

 .

Ante el tarot del cuerpo femenino

y el millón de soles que alumbran

un alma de mujer

.

supe que estaba soñando

porque sentí terror al abrir una puerta

porque amé sin objeto

porque quise desollarme vivo en un apacible jardín

me vi las manos y eran otros dedos

toqué mi cara y había otra nariz

pero el sentimiento sí era mío

constaté lo dormido

cuando una voz horadó la penumbra

y comencé a palpar oscuridades

a usar el tacto para buscar salida

«¡levántate¡» «¡ven afuera¡» ordenaba la voz

y en medio de la pestilencia de todo despertar

vi la luz de la vida

vi la ventana

y el ventilador

que estaba parado como un hombre.

 .

Quince

Este varón cansado

Este hombre encanecido

Este iluso civil atormentado

Sale a comprar verduras y canillas

Y la suerte lo elude

El cielo no lo ampara

La bondad no lo premia

El deseo y el aprecio no habitan las miradas que lo miran

Este varón marchito de semen resinoso

No levanta la envidia y sus revuelos

No calma las pasiones de ninguno

Tan sólo paga impuestos y accesorios

Este civil normal y en decadencia

Con algunos lunares peligrosos

Llenándose de pelos

¿qué debe hacer

para seguir garantizando

al corazón como inquilino?

Buscar asilo en otro continente

Y por eso se ha ido hacia los sueños

Este varón cansado de su cuerpo

Se ha ido hacia el profundo horror de la inconsciencia

Para ver cómo son las rosas amarillas y las rosas rosadas,

las blancas y las rojas

Y a qué huelen sus pétalos y sus tersas entrañas

En el brumoso mundo

Que cabe en la cabeza

Esta que ahora angustia

Con su pelo bañado de sudor

 .

Cabeza que dormita en los desprecios

Despeinada en su propia saladura

una vez fue de niño

Y le ponían aceite perfumado

Y la peinaban con amores tibios

Y le daban un beso

Para que lo llevara como bastimento

Hacia un futuro que para bien o para mal

se puede estremecer

Y hoy me estremezco a merced de recuerdos

Un tintineo de plata como de espanta-espíritus

Una olorosa sombra de arboledas en celo

Y perdiéndolo todo pero guardando el beso

Cargando el beso

 .

Hasta los besos sin amor perduran

El mío es un ave fénix sobre la frente de la infancia

El rostro de mi madre poco a poco cayendo

 .

Yo tengo un solo beso

De cuando era inocente

Y voy a conservarlo eternamente

Hasta que mi espíritu castigado

Se saque el plomo de la culpa

Y nadie esté soñando que no aguanta

El peso de mi beso.

.

II

 .

Noli me tangere

Ronca, ronca, suda la barbaridad

mírelo nomás que está tan tímido

Jesús sueña con una brisa perfumada

Y es María Magdalena armando un giro

De brazos discutiendo

Con los otros discípulos

En un rincón del sueño

Judas Iscariote se arrincona

¿Por qué discute María Magdalena?

Pregunta Jesús en el cuarto oscuro del soñar

Y María Magdalena se arrodilla y reza

Para no responderle

 .

Si ella no fuera una pluma

flotando en su fe

le soltaría una avalancha de preguntas

Tanta historia que contaron

De su nacimiento

Y nadie recuerda haberlo visto

adolescente o juvenil

cuando su cara era lampiña

 .

Diecisiete

Cargo la rebeldía

Vago en la tempestad

Está vestido de azul el ángel

Que se cayó en el mar

El y Juan el Bautista

estudiaban en cuevas

A la sombra de las rocas del desierto

Se sentaban a meditar

con las manos hundidas en la arena caliente

Con los ojos ahitos de espejismos

Y el estruendo de la voz celeste

Curando sus oídos

.

Les tocó vivir un mundo sin hechura

Tenían el infinito en la lengua

Cada palabra que pensaban

Era un kilo de fe

 .

Flacos del todo huesos

Que somos flacos de verdad

Y estos espíritus enormes

Se van a desbordar

En al mañana del mañana

Dirán que perdí la cabeza

Porque una mujer bailó

Como si un vientre y siete velos

Fueran capaces de acelerar un hacha

 .

Tú morirás para ayudarnos

A entender el amor

Y no lo entenderemos

Hasta intuir

La razón del cordero

Único, lánguido y primero

Que es la sangre y la espada

El filo y el costado

El agua y el pez

 .

Dame un cuchillo más

Apunta al cuello testarudo

La lana enrojecida la pones tú

Los borbotones saldrán a ver

 .

Dieciocho

Judas Iscariote está mirando

Desde el fondo del sueño

Y Jesús le hace un gesto

 .

Nadie puede asegurar

Que no se vieron a solas

Jesús y Judas en alguna parte

Para desearse suerte

 .

Sólo Dios conoce la jugada

Y el resultado

él reparte pérdidas y ganancias

La sospecha de que conversaron

Sus asuntos

Es un soplo divino que se posa

En el alma

para escocer

como lo hacen todas las sospechas

 .

Diecinueve

Cuando dormían soñaban enfiebrados

Con satanás y sus ventarrones

El diablo y sus tormentos

Con atarrayas arropando el agua

Y pescando el cardúmen de los miedos

 .

Veinte

Vengo a morir caramba

Vengo a traer el templo

Para que lo desmoronen

Sufriré por usted

Y mi templo de nuevo vivirá

Para que usted lo siga destruyendo

Veintiuno

El pueblo siempre se equivoca

Pero pide perdón

Y vuelve a equivocarse

Los que dirigen

Rechazan la verdad

Y nunca se arrepienten de usar la mentira

Como herramienta de trabajo

 .

Todos los equivocados,

Soldados y civiles,

se sintieron eufóricos

el viernes

los viernes son un precipicio

 .

se reían y gritaban que cargaban al rey

había matas que necesitaban agua

hubo florecillas de pared

hombre que sufre viendo las caras

riéndose cual la leche en el beber

¡por aquí va pasando el rey¡

lo golpearon y se burlaron

Lo humillaron hasta quitarle peso a la humillación

Es el hijo del carpintero

Asegurando que su padre es Dios

Dónde habrá aprendido a leer como los sabios

Reviéntale las costillas para que sepa

Que no queremos locos en estas calles cuerdas

 .

Veintidos

Siempre he tratado de no pensar en eso

De no inmiscuirme en lo ocurrido

Me altera mucho imaginarme aquello

Pero he soñado el calor del mediodía,

El hervor del comienzo de la tarde

Y ese instante de miopes corazones parpadeando

Sobre la imagen agobiada

 .

Soñé que iba por el callejón que incita al Gólgota

Al promontorio de la Calavera

Un terreno estéril con manchas pestilentes

de matadero que se anega

Jesús caminaba con la frente bañada en sanguaza

Porque las espinas de la corona se hundían bajo la piel

Su barba y sus cabellos se entiesaban con pegostes de sangre

Un forastero fue obligado

a ser el ayudante de Jesús

cargando el estribor de aquella cruz

Hecha con dos troncos tan pesados

Que iban escribiendo sobre el polvo

La inclemencia y la melancolía

era una cruz rasposa

yo soñaba que andaba con un muermo

las mujeres lloraban y asustaban

sus sollozos de tanto sollozar

las mujeres que creían en milagros

y bramaban en Jerusalén

¿Quién es esa mujer que grita como gaviota caída? pregunté

sin esperanzas de que me respondieran

y yo mismo contesté

esa es María

la madre de Jesús

la imaginaba muerta,

Jesús era áspero y tan seco

aunque sólo tenía treinta y tres cumpleaños

sin ser felicitado

Hablaban de que sus mesas y sus sillas

Eran muebles sin gracia y sin paciencia

Y he ahí una obra en dos maderos

Para que no se burlen del oficio

 .

Veintitres

La madre de Jesús avanza adolorida a duras penas

Las otras Marías la acompañan

María Magdalena empuja y se abre paso

Y a nadie parece importarle que la Madre

Desfallezca de dolor y sed

Ella tarda en llegar

Al lugar de la crucifixión

Sufre por los tres hombres que abren sus brazos

Como si pudieran volar

desde tan lejos no sabe quién es quién

Cuando mira de cerca hay un martillo

Que va cayendo sobre el largo clavo

Del rosal de las rosas que en la muñeca temblorosa

Riega Jesús de Nazaret

 .

Díle a mi vieja que no llore

Que va a sufrir cuando se vaya

que va a gemir cuando se duerma

Y va a sentirse amarga

 .

Están a punto

De terminar señora

faltan dos clavos

que ya vienen

en esa mano

que se acerca ahora

 .

Que no terminen tan rápido

Que el tiempo retroceda

Que la madera se deshaga

Que los clavos de derritan

Que su cuerpo se convierta en aire

 .

Veinticuatro

Cada golpe de martillo resuena

Nueve veces

Y en seguida se escuchan las vocales del dolor

 .

Con plena lucidez al martillar

El crucificador coloca el clavo en la juntura

A las tres de la tarde del viernes

Estaba clavado en la cruz

 .

Unos lloraban y otros reían

No se podía llamar festejo

Pero Jesús permanecía

Sin un quejido viendo

 .

Y el sitio se llenaba de mujeres llamadas María

Llorando y rezando asustadas

De lado a lado los ladrones crucificados

En el centro Jesús

Apenas horas antes Jesús hacía milagros

Se escondía para que no lo asediaran

Los ciegos veían, los muertos renacían,

Sacaba los demonios de los endemoniados

Y lo hacía a la vista de todos los incrédulos

Pero no creían

«Si fueras el hijo de Dios te salvarías de esta»

le dijo uno de los dos ladrones

el otro, que también moría lo reprochó

«deberías creer en él. Cuando estés en tu reino

acuérdate de mí»

y Jesús, agradeció esa fe.

«hoy estarás conmigo en ese sitio» le respondió.

Abajo lloraban las Marías y estaba con ellas

El discípulo que amaba Jesús

Tan atolondrado y boquiabierto como yo

mirándola con mucho esfuerzo

Jesús dijo a su madre

«Madre: he ahí a tu hijo…hijo he ahí a tu madre»

y después de eso María visitaba la casa

de ese discípulo cuyo nombre

podría ser Juan o no.

Así pasaron las cuatro de la tarde. Algunos se aburrieron

Porque ya no cabían más burlas

Los soldados se habían jugado hasta la ropa de Jesús

A los dados

Lo dejaron semidesnudo.

Los dos ladrones comenzaron a morir.

Algunas personas, antes de irse

Detallaban a los tres crucificados

Trataban de ver en qué se diferenciaba Jesús

Y no podían averiguarlo

Las Marías se salaban con sus lágrimas

El discípulo que amaba Jesús

Trató de llevárselas de allí

Vámonos que esto me duele mucho

Yo trataba de mirar en ese sueño a ese discípulo

Y no lo podía distinguir

a las cinco y media de la tarde

alguien lanzó una piedra

que rebotó en la cruz y cayó por la grava

y rodó hacia cualquier parte

un centurión puso en la punta de su lanza una esponja con vinagre

y le mojó los labios a Jesús

que respiraba por última vez

«¿por qué lo has abandonado?» grité

como si fuera conmigo la tortura

y tronó la voz de Jesucristo, un ciudadano tan desmadejado

que nadie supo cómo ardió ese trueno

«¿padre: ¿por qué me has abandonado?»

y en ese instante falleció

sonó el vozarrón y cayó su cabeza

en un gesto de pájaro

murió al pronunciar la palabra «abandonado»

y eran las seis de la tarde.

Un soldado levantó su lanza y la hundió en un costado

Confirmando la muerte

El cuerpo no tembló

La lanza no hurgó espasmos.

El cielo se carbonizó, con el sol apagado,

la tierra comenzó a temblar

los gritos de terror más allá de los muros

agrietaban la tarde

 .

yo vi la sangre de Jesús

roja y pertinaz goteando piedras

las moscas nunca sabrán lo que probaron

 .

las mujeres de Jerusalén

eran las únicas que entendían

y por eso lloraban y seguirán llorando

 .

fue la tarde en que Dios

ese circuncidado de corazón

dejó de ser tribal

un segundo después de que Jesús

lo reconociera como padre.

 .

Veinticinco

Soñé que eso ocurrió el viernes

Y que Pilato le entregó el cuerpo de Jesús

A José de Arimatea

Ya la ciudad no soportaba

Ese paisaje

José de Arimatea recogió el cadáver de Jesús

Tú sabes: sacar este clavo con hilachas de carne

De la muñeca del maestro

Hacer lo mismo con aquellos otros

Escuchar el crujido y oler la carne abierta

José de Arimatea se lo llevó a su huerto

cubrieron el cuerpo con sábila y con mirra

lo envolvieron en lienzos

Y lo metieron un sepulcro recién abierto como sus heridas

Cubrieron la caverna con una enorme roca

Nadie quería recordarlo el sábado

 .

En la mañana del domingo

María Magdalena y la Madre de Jesús

Fueron a buscarlo

Y la tumba estaba abierta

Ellas anhelaban la realidad del cuerpo

Y sólo había quedado la mortaja

Jesús se apareció de repente

y se le acercó a María Magdalena

ella pensaba «¿quién será este hombre?»

y lo reconoció cuando él dispuso

Ella estiró sus brazos y Jesús dijo

No me toques

porque aún no había subido

hasta donde tenía que subir

 .

no mostraba hábito de muerto

se movía con su habitual certeza

las mujeres de Jerusalén

continuaron llorando y anunciando

la buena nueva:

Jesús en verdad

Es un resucitado.

El desde chiquito

Era tan diferente

Decía María, la madre,

No se quejaba de las caídas que marcaban

El ensayo de sus primeros pasos

No lloraba como los demás

Y cuando me tocaba las mejillas

Con sus manitas que eran de muselina

Se me quitaban los dolores

Que toda madre tiene

Se me atenuaban los dolores, María Magdalena

Ruego ahora que se nos calmen

Ruego ahora que palidezcan

los hematomas del destino

 .

Y yo las miraba dialogar en mi sueño

Deseando consolarlas

Me postré en un rincón, las manos me sudaban

Y entonces escuché la voz serena y tibia de Jesús

Anidando su magia en mis oídos

Recuerdo que me dijo

«vamos, Judas

debemos conversar en el jardín

mientras sopla la brisa»

y desperté aterrado

afiebrado, balbuceante en el susto, sudando vértigos y estremecido

 .

porque yo conozco

sus conversaciones.

 Del libro: Duermevela. José Pulido. Editorial Pavilo, Caracas, 2004.

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